Así comenzó el fin de semana inaugurando un vino entre amigos, conversaciones banales que a medida que pasan las copas se vuelven más profundas, risas, recuerdos, momentos. Todo bien para un JUEVES.
VIERNES: fue un viernes con el amor, pero no es esa clase de amor loco y apasionado, es aquel amor en donde ya pasó la locura, el desenfreno, los pensamientos, la idiotez, el amor después del verdadero amor. (no sé si en realidad nombrarlo así.)
SÁBADO: En llamas, buscando compañía para la estrellada noche, para ver la luna, lo encontré, no significo nada más que un despertar de vergüenza y arrepentimiento. LA CULPA, desatinada culpa, ¿por qué sentimos culpa?
DOMINGO: La amistad llevada al extremo, ese amor que proviene de una amistad sin mentiras, sin bombos ni bengalas. Amor, pero también amistad.
En resumen, estuve con tres personas diferentes durante tres días, cada una representa amor, pasión (por decirlo suavemente), amistad ¿por qué no pueden existir en un mismo ser cada una de ellas?
Definitivamente necesito tiempo para pensar que es lo que quiero, no puedo seguir coleccionando características de cada persona que conozco, intentando de alguna manera que funcione, cuando sé que esa persona jamás va a ser lo que necesito. Debo reconocer que soy adicta a las nuevas experiencias y de cada persona puedo sacar una anécdota de mis días, tengo una vida corta pero he vivido al 100% , dando lo mejor de mi. Pero ya no puedo seguir utilizando a los demás para mi propio disfrutar, la felicidad debe ser compartida. Mañana: abajo el egoísmo, el hedonismo (hasta donde aguante) y la impulsividad (por el momento)
No hay comentarios:
Publicar un comentario