lunes, 10 de marzo de 2014

Guía de ruptura para los culpables

Me propuse contar mi historia, la que dice que luego de una relación de casi 3 años termine por que descubrieron la infidelidad que cometí con un amigo.  Esta vez no soy la chica que el novio fue el malo de la película, la engañada, la que debería llorar todo el día, etc.  Soy la chica que reconoció ser protagonista de los hechos, que lamentablemente hirieron a una de las personas que más quise.
Al ser mujer vengo con una serie de normas sociales que rompí con mis hechos, cuando nací supongo que importaba mucho más ser mujer que estar viva y sana, pues nunca me dijeron que si me involucraba con alguien dentro de una relación que ya estaba desecha, las consecuencias solo por mi género iban a ser peor que para el otro involucrado. Debo cargar con un corazón roto, las miradas con cotilleo incluido, el estigma de ser puta (aunque puedo contar los hombres con los que he estado con una mano y a ninguno le cobre), insultos, y la victimización de mi ex pareja, el que se humilla constantemente ahora diciendo lo bueno que era y como yo pude haberle hecho eso por medio de todas las redes sociales.
 Entonces comienzas a querer a tus amigos, distinguir quienes jamás lo fueron, aprovechar los momentos en que te ríes tanto que lo olvidas todo.  ¿Lo  bueno? Llevo pocos días en esto, pero el lazo con mis amigos ahora es demasiado fuerte, el tiempo que tengo rabia hago ejercicio o como algo rico, elimine por completo esos saludos innecesarios de gente que en realidad solo soportaba por mi ex,también elimine de facebook a esos amigotes insoportables que publicaban cada cosa que hacían. Es como vivir de nuevo, cuesta pero intento aprovechar paso a paso los instantes de tranquilidad, el tiempo para mi. Me preguntaba ¿Hace cuanto que podía salir sin celular? o Verme con amigos que le caían mal, ver las películas largas que amo pero que él odiaba.  O simplemente escribir una entrada en un blog.



¡Como si se pudiera matar el tiempo sin insultar a la eternidad!
Henry David Thoreau 

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