lunes, 1 de diciembre de 2014

El número 13 a veces no es el equivocado

Solo se trata de vivir como siempre y como nunca, de darle intensidad al momento y restarle al futuro. 
Se trata de darlo todo aunque pesen los ojos del sueño, de sorpresa o pena. 
Se trata de querer, amar por el momento, por una noche o un atardecer y ser lo suficientemente fuerte como para no esperar llamados al día siguiente. Eso es importante, discernir entre lo que espero o deseo y lo que realmente suceder. 
Es muy importante para mi quererte de la manera libre que te quiero, pues sabemos que lo nuestro será cosa del momento. 
Me gusta el beso que te robo en este instante, y que tu me robes uno cuando la muchedumbre se apaga como tu mente en unas horas más luego de tanta droga. Me gusta cuando dejas de tener vergüenza y dejas tu mano en la mía y no importa nada, si se enteran o no de que existe una conexión entre nosotrxs, me asusta sentirme cómoda contigo, que nos riamos de las mismas cosas y que nos guste música similar. 
Lo detesto. Porque sé que no llamarás y es en vano ilusionarse, no sé que significa ese latido cuando miro tus ojos celestes, ese latido cuando quiero besarte y lo hago, porque no me importa dar el primer paso sobretodo si tu das el resto, me importa esperar algo que no sucederá.
No me gusta perder el tiempo, odio el desinterés (a veces). Puedo resultar cambiante, pero de algo estoy segura, eres el número de mala suerte, nunca había escrito de ti, y ahora quiero rescribirte completo.